viernes, 2 de diciembre de 2011

Dedicarle una entrada de blog a alguien que odias es darle demasiada importancia

Me importa. Claro que me importa. De lo contrario no estaría así. No es que esté destrozada hasta el punto de pasarme las noches en vela empapando la almohada de lágrimas pero sí que estoy molesta, por supuesto que estoy molesta. Y es que no entiendo la mitad de cosas que están pasando. Me pregunto cómo puede ser que cambie todo de la noche a la mañana y cómo puede una persona dejarse llevar tanto por otra, y a qué precio. ¿Y cómo puede hacer luego como si nada hubiese pasado? ¿Y por qué no dejó las cosas claras desde el principio? ¿Cómo pudo perdonar tan pronto a alguien que tanto daño le había hecho y además obedecer sus órdenes de ignorar a una de las pocas personas que muy a su pesar tuvo que soportar sus historias y calamidades y darle consejos en los que violaba sus propios principios?
Llegué a considerarlo un gran amigo. De verdad. Pero los amigos no se hacen eso. Y las personas con un mínimo de 3 puntos de cociente intelectual tampoco. Sabes mejor que yo lo que hizo y aun así le consientes sus caprichos de niña malcriada. Es que es increíble, tanto que tardé horas en asimilarlo. No te imaginaba tan masoquista. En fin, tú sabrás, pero personalmente creo que has salido perdiendo en todos los aspectos.
Mas tranquilo que yo también voy a obedecer a tu dueña.
Nos vemos en la graduación.

3 comentarios:

  1. Hacia tiempo que no publicabas, ya lo echaba de menos

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  2. Totalmente de acuerdo, el amor vuelve a la gente idiota.

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  3. ¿"Cociente intelectual"? Cómo puedo ser tan tonta, en qué estaría pensando... Haced como si pusiese "coeficiente"

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